domingo, 23 de octubre de 2011

Nina

Ya está.
Ya estamos ahí
terminando de poner en foco lo que se puede poner en foco.
Ahora llegará la tierra y nuestro trabajo para hacerla nuestra
(no me asusta, estamos acostumbrados).
Quedan dos semanitas y media (las últimas siempre son semanitas)
y se viene lo mejor.
Estoy a punto de pasar las nuevas correcciones al texto
y volveré a mentirme llamándolo "LOSOJOSfinal.doc".
aunque sepa que seguirá cambiando, incluso después del estreno.
Pero, no sé, hace falta poner un final en algún lado para poder seguir, ¿no?

En estos días "todo el viento del mundo sopla en tu dirección"
No. No iba a escribir eso, pero puse en estos días y me salió lo otro (que es de Silvio Rodriguez, claro) y es tan bonito que no puedo borrarlo, ni explicarlo aquí. #impunidaddelblogger

Decía que en estos días pensé mucho en cómo todo punto vista incluye una ceguera
y cómo la consciencia de esto es de gran ayuda para poder avanzar.
"Afírmalo con fuerza, abandónalo con ligereza" escribió Peter.

Nina Simone está en todas nuestras obras.
En AHORA/ANTES cantaba "The desperate ones" de Brel
En MUDA hacía la mejor versión posible de "I get along without you very well"
En LOS OJOS iba a cantar "Isn't it a pity" de George Harrison. No lo hará porque no nos han autorizado su uso. Y es una pena. De todas formas, cantará otra que también viene muy a cuento. Pero ya que en este blog compartí (y compartiré) textos que finalmente no quedaron en la versión final, se me ocurrió que estaba bien poner esta canción tan bella (y tan mejorada por Nina con sus improvisaciones)


lunes, 19 de septiembre de 2011

Los ojos de Víctor Erice

Después de un mes de trabajo y puesta a prueba de los textos, y de otro mes de descanso y reescritura, mañana comenzamos los ensayos de "Los ojos".

En el camino quedaron muchas escenas que consideré innecesarias para el relato (como la del videíto inaudible de la entrada anterior) y aparecieron algunas nuevas.

En estos días de pausa, mientras reescribía y desechaba, estuve viendo las pelis de Erice.

Siempre fui fan de "El espíritu de la colmena", pero no entiendo bien por qué, nunca había visto ni "El sol del membrillo" ni "El sur".

Ver la extraordinaria muestra de Antionio López (en el Thyssen hasta el 25 de septiembre) me llevó a "El sol del membrillo". Y "El sol del membrillo" a "El sur".

Son películas llenas de ojos y de miradas.

Esta escena (que homenajeamos de manera indirecta en "ANTES" y en "AHORA") es una de las más bellas que ví en mi vida. Acá los ojos de Ana Torrent lo son todo (Puro pensamiento. Pura imaginación que no se detiene. Los ojos de esa niña se merecen una canción, como los de Bette Davis). Miren qué belleza:


De "El sur", elijo esta, también de noche justo antes de dormir. Acá más que de ojos, se trata de miradas. Una pena que, por haber quedado inconcluso el rodaje, no sepamos más de esta señora y de su sur:


Y para terminar, de "El sol del membrillo", el momento de "todo eso queda debajo":


Después de desechar al menos diez páginas ya escritas, me gusta pensar también que todo "eso queda debajo", o atrás, o adentro, qué se yo. Que todo está ahí, como parte del trabajo, dándole espesor y sentido.

Así como también me gusta pensar, con Lispector, que todo amor es respuesta, "incluso el amor que no sale bien. Incluso el amor que termina."

domingo, 14 de agosto de 2011

galería es anagrama de alegría




pequeño vídeo (con problemitas de sonido) con fragmento de ensayo.
Natalia (Fernanda Orazi) cuenta su amarga experiencia limpiando oficinas.

viernes, 29 de julio de 2011

fail better


mañana cerramos primera etapa, después de un mes de ensayos.
ayer me preguntaron de qué va la obra y no supe qué decir.
hoy diría que va de la imposibilidad/ necesidad de ver al otro para que todo esto tenga sentido.


en "MUDA" Ana decía que "sentido" es anagrama de "destino"
y tiene razón.

jueves, 28 de julio de 2011

brasil



Chabuca (el personaje que viene a curar la ceguera de Pablo en "Los ojos") dice que lo ha aprendido todo de las canciones y de las películas.
Flor en "Muda" decía que las canciones le hablaban. Que decían lo que ella quería decir, pero mejor.
Fran y Bere en "Antes" y "Ahora" se iban a sus cuartos a escuchar una canción cuándo las palabras no les alcanzaban.
El portero de "Muda" encontraba en algunos libros las palabras que no podía decir.
Escribo esto y pienso que al final todas las obras son la misma. 
Un intento de volver a decir lo mismo, pero mejor. Como lo dicen las canciones. 
Y claro, la tarea es imposible: decir lo indecible. Y hace rato que sabemos que de lo que no se puede hablar, hay que callar. Pero seguimos intentando encontrar, como diría Lispector (la de la foto), "la palabra que pesca lo que no es la palabra". Y como diría Beckett, en el intento vamos fracasando otra vez. Fracasando mejor.


Parece que "Los ojos" es una obra muy triste.
Y en el proceso de este primer mes, todos hemos pasado/ estamos pasando/ pasaremos períodos de tristeza.
Venía pensando en esto y me acordé de dos canciones y en un fragmento de una novela.
Quiero dejar los tres fragmentos aquí escritos, para que se choquen, estallen y después del ruido aparezca el eco ese que diga lo que yo no puedo.
Los tres son brasileños. Yo a veces quiero ser como ellos. Brasileño.


Aquí van:


Samba da Bênção (Vinicius de Moraes)
É melhor ser alegre que ser triste
Alegria é a melhor coisa que existe
É assim como a luz no coração
Mas pra fazer um samba com beleza
É preciso um bocado de tristeza
É preciso um bocado de tristeza
Senão, não se faz um samba não

Alegría (Arnaldo Antunes)
Eu vou te dar alegria
Eu vou parar de chorar
Eu vou raiar o novo dia
Eu vou sair do fundo do mar
Eu vou sair da beira do abismo
E dançar e dançar e dançar
A tristeza é uma forma de egoísmo
Eu vou te dar eu vou te dar.



Aguaviva (Clarice Lispector)


Denuncio nuestra debilidad, denuncio el horror alucinante de morir y respondo a toda esa infamia con-exactamente esto que ahora quedará escrito- y respondo a toda esa infamia con alegría. Purísima y levísima alegría. Mi única salvación es la alegría. ¡No tiene sentido? Pues tiene que tenerlo. Porque es demasiado cruel saber que la vida es única y que no tenemos como garantía más que la fe en tinieblas; porque es demasiado cruel respondo con la pureza d euna alegría indomable. Me niego a estar triste. Yo estoy -a pesar de todo, oh, a pesar de todo- alegre en este instante-ya que pasa si yo no puedo fijarlo en palabras. Estoy alegre porque me niego a ser vencida, y entonces amo. Como respuesta. El amor impersonal es alegría, incluso el amor que no sale bien, incluso el amor que termina. (...) Voy a estar muy alegre. Como respuesta, como insulto.

miércoles, 27 de julio de 2011

e. e. de exabrupto


En MUDA, la primera obra que monté en Madrid, el portero le declaraba su amor a Ana entregándole un poema. 

En la primera versión del texto (que nadie leyó), el chico le leía el poema que transcribiré aquí. Luego el poema cambió por otro del mismo autor (e.e. cummings) y finalmente en la puesta, sólo le entregaba un papel y ella lo leía en silencio. Era algo íntimo, entre ellos dos. Al dárselo decía:


"Ahí dice todo lo que te quiero decir. E incluso más. Y lo escribió un señor que no sabe que existimos ¿No es raro?"


Ahora en "Los ojos" creo que finalmente Oscar Velado (el actor que fue el portero de MUDA y ahora es Pablo en esta obra) dirá finalmente ese poema.
Creo.

Es que es un poema hermoso. Y suena tan pertinente.
Yo lo conocí hace mucho cuando ví "Hannah y sus hermanas" y descubrí a cummings.
Y a mí me parece que si vas a ver una obra y sucede algo hermoso (como descubrir este texto) valió la pena. Ojalá la obra esté a la altura, claro.

De momento, aquí va el poema, traducido torpemente por mí:


En algún lugar al que nunca he ido, felizmente más allá
de cualquier experiencia, tus ojos tienen su silencio:
en tu gesto más frágil hay cosas que me rodean,
o que no puedo tocar porque están demasiado cerca

tu mirada más leve me abrirá fácilmente
aunque me he cerrado como dedos,
tú me abres siempre, pétalo a pétalo, como la primavera abre
(tocando hábil, misteriosamente) su primera rosa

o si tu deseo fuera cerrarme, yo y
mi vida nos cerraremos bellamente, de repente,
como cuando el corazón de ésta flor imagina
la nieve cuidadosamente cayendo en todas partes

nada de lo que podemos percibir en este mundo se iguala
al poder de tu intensa fragilidad: cuya textura
me fuerza con el color de sus países,
mostrando muerte y eternidad en cada aliento

(yo no sé que hay en ti que cierra
y abre; sólo algo en mi comprende
que la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas)
nadie, ni siquiera la lluvia, tiene manos tan pequeñas.

e.e. cummings